Entre los géneros musicales cultivados en la
Costa Chica merecen citarse el corrido, el
palomo o paseo, el zapateado, el jarabe, el
pasodoble, el bolero, el son y la chilena.
En la Costa Chica se integraron conjuntos para
cantar y tocar los sones, inicialmente estaban
formados por jaranas, arpas y guitarras. El son en
Guerrero tomó características propias que lo
distinguen de otros que se tocan en diversas
partes del país; es mucho mas recio y dinámico.
El paso de los chilenos por las costas occidentales de México dejó una huella imborrable entre los pobladores de la zona, ya que a partir de las “cuecas” de Chile nacieron las chilenas.........A mediados del siglo XIX, “la fiebre del oro” en California hizo que cruzaran por esta zona grupos de mineros chilenos y, al alargar su estancia, los nativos del lugar aprendieron este género y lo transformaron; aunque el origen es la “cueca”, la chilena no es una cueca exactamente.........La chilena es una danza que se zapatea y se acompaña con un pañuelo que va comandando los movimientos a seguir por la pareja bailadora. Este género es uno de los más exquisitos de México. Su ritmo provoca la sensación de estar flotando en el tiempo.
La costa siempre es espacio de danzas alegres y sensuales, y la chilena no es la excepción: hoy en día se hacen encuentros de músicos chileneros en varios poblados, en los cuales se hace alarde de las habilidades para cantar, tocar y componer.........Las chilenas las canta un solo cantor acompañado con su guitarra, en dúo, en trío o con banda de alientos. En tiempos más remotos, se ejecutaban con instrumentos como el bajo quinto, que afortunadamente hoy lo están recuperando algunos jóvenes talentosos. En la región, para alegrar las fiestas, son muy acostumbradas las bandas de aliento; las chilenas tocadas de este modo están cargadas de gran energía, por lo que ponen a bailar a todo el mundo.........Hay que resaltar la enorme carga e influencia negra de la zona, que definitivamente ha puesto su sello distintivo en la música y la cultura de la Costa Chica. Inclusive hay poblaciones en las cuales se bailan los sones de artesa, que además de ser totalmente negros, se acompañan con instrumentos de percusión como la misma artesa, que es una especie de lancha de madera al revés en la cual se zapatea y acompaña la música. ........Los temas de las chilenas, al igual que en toda la música tradicional mexicana, son el amor, los animales y el medio ambiente en general; también las hay chuscas, políticas y religiosas.........En la actualidad los jóvenes ejecutantes tienden a “huapanguizar” la chilena en su ejecución; según los expertos, aunque pueden tener similitudes el huapango y la chilena, son muy distintos. Pero la oleada de músicos que cayeron en ejecutarlas así, aunado a que el género en algún momento corrió peligro de extinción (si bien afortunadamente se recuperó por los jóvenes, muchas veces no se acoplaron a la usanza tradicional que es mucho más rica en cuestiones musicales).........Entre los grandes músicos de chilena se destacan Álvaro Carrillo —el famoso compositor de boleros, oriundo de esta zona, es autor de las más hermosas y conocidas chilenas como “Pinotepa”, “El amuleto” y “La hierbabuena”—, Vidal Ramírez, Higinio Peláez, José Agustín Ramírez, Baltasar Velasco, Eulalio Gallardo y varios más han entregado su vida a enriquecer el repertorio de la Costa Chica y con esto, han fortalecido la cultura nacional. ........Hay que destacar que, entre otras cosas poco afortunadas que le han acontecido a la chilena, está el hecho de que anteriormente en esta zona había grandes ejecutantes de arpa, cosa que se ha perdido hasta prácticamente la extinción. Hay que destacar la labor de la familia Gallardo, de Cruz Grande, Guerrero, que han practicado la ejecución a la usanza tradicional con arpa, jarana, cajón de tapeo y voces, además de que lo han vuelto una tradición familiar: desde el papá hasta el más pequeño de los nietos son partícipes.